Varios países latinoamericanos reclamaron a Europa redefinir la relación después de años en lo que se dejaron «vacíos en el camino». Acuerdo entre Bruselas y Buenos Aires sobre energía limpia.
Después de ocho años, la Unión Europea (UE) y Celac (Comunidad de estados Latinoamericanos y del Caribe) comenzaron este lunes y continuarán mañana en Bruselas, la tercera reunión internacional con la intención de renovar y fortificar las relaciones políticas y comerciales entre las dos áreas para “hacer frente a los retos de nuestro tiempo”, según informó la UE.
En este contexto, la Unión Europea anunció más de 45.000 millones de euros en inversiones de sus estados miembros hasta 2027 en los países del Celac. “Más de 135 proyectos ya están en programa, desde el hidrógeno limpio hasta las materias primas críticas, desde la expansión de las redes de cables de datos de alto rendimiento hasta la producción de las más avanzadas vacunas ARN” (que previene infecciones), dijo la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen durante el encuentro. Y aclaró que las inversiones europeas pondrán el acento en «crear cadenas de valor locales», de modo que el «valor añadido se quede en América Latina y el Caribe», y que las inversiones puedan estar acompañadas también de «tecnología de primera clase y formación de alta calidad para los trabajadores locales».
El presidente de turno del Consejo de la Unión Europea y presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al inaugurar el encuentro había destacado por su parte que uno de los objetivos de la cumbre era estimular inversiones en América Latina, de manera que se creen fuentes de trabajo. Pero siempre teniendo presente el “desarrollo sostenible” que respete la economía, la dimensión social y el medio ambiente.
Del encuentro participan los 27 países europeos y los 33 de América Latina y el Caribe, no todos con sus principales mandatarios a veces sustituidos por ministros de relaciones exteriores u otros. Están presentes en el encuentro 48 jefes de estado y de gobierno. Entre otros el presidente argentino Alberto Fernández, el presidente de Brasil, Lula da Silva, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel. En cambio están ausentes los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Venezuela, Nicolás Maduro, que han enviado ministros.
De la UE están ausentes Estonia y Eslovenia. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, está presente lo mismo que numerosos dirigentes de la UE, como la presidenta del Parlamento Europeo, la maltese Roberta Metsola, aparte de von der Leyen. La cumbre está dirigida por presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, en su calidad de presidente actual de la Celac.
Según algunas fuentes periodísticas italianas, como la agencia AGI, “no hay que esperar conclusiones concretas o grandes acuerdos” luego de esta reunión que concluirá el martes. Pero puede ser una buena señal política después de ocho años de silencio.
Los temas que serán tratados, según informó la UE, van de la paz y la estabilidad mundiales, al comercio y las inversiones, la recuperación económica, la lucha contra el cambio climático, la investigación e innovación y la justicia y seguridad para los ciudadanos.
Pero también se hablará de la guerra en Ucrania, punto sobre el que varios países latinoamericanos han manifestado su preferencia por la neutralidad, como el presidente Lula de Brasil que ha reiteradamente manifestado su desacuerdo con el envío de armas a Ucrania, cosa que la UE sigue apoyando.
Los acuerdos con países latinoamericanos
Clima y energía limpia son dos de los pilares del acuerdo que, al margen del encuentro, firmó este lunes en Bruselas el presidente argentino Fernández y la presidenta de la Comisión Europea von der Leyen. El acuerdo intentará “desarrollar las industrias estratégicas” en el país sudamericano, tanto las de “energía renovable como del hidrógeno”, comentó von der Leyen, subrayando que se trata de un plan “positivo para el crecimiento y la ocupación en Argentina” y para “la seguridad del abastecimiento de la UE”.
Bruselas y Buenos Aires colaborarán para estimular y desarrollar la energía renovable y la eficiencia energética, el uso del hidrógeno y sus derivados en el proceso industrial, se aclaró.
Se espera asimismo que puedan concretarse otros acuerdos bilaterales que ya se habían estado discutiendo con otros países, uno con México y otro con Chile centrado en las materias primas, y un tercero con Uruguay sobre la energía.
Los temores de algunos países
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que los países de América Latina y Caribe necesitan «inversiones en infraestructura social y urbana» al tiempo que ofrecen «sociedades en un proceso de gran movilidad social» y «nuevos mercados interiores con millones de consumidores». Y también manifestó su esperanza que el nuevo acuerdo Mercosur-UE pueda concretarse este año.
En efecto, uno de los puntos de los que se hablaba hasta ahora era la ratificación del acuerdo UE-Mercosur de 2019. Mercosur tiene hoy cuatro países miembros: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, además de países asociados como Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam (Bolivia ha pedido su incorporación).
En 2019 se había concluido un acuerdo de libre intercambio entre Mercosur y UE después de décadas de negociaciones. Pero fue puesto en discusión por varios países en el Parlamento europeo lo que bloqueó su ratificación. Entre otras cosas se habló del impacto ambiental que podría tener ese acuerdo, incluida la deforestación de la Amazonía y las consecuencias que eso tendría para muchos países.
También algunos países latinoamericanos habrían expresado sus dudas, ante el temor que el acuerdo pudiera facilitar el camino hacia un nuevo “colonialismo”.
Por su parte el presidente de CAF, el banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, Sergio Díaz Granados, al hablar el lunes en el encuentro pidió «redefinir» la relación entre la UE y los países de la Celac tras años en los que se han dejado «vacíos en el camino». “América Latina y el Caribe tienen mucho que aportar al presente y al futuro de Europa y Europa tiene la capacidad de aportar a nuestra región”, afirmó Díaz-Granados, para después advertir que los países latinoamericanos y caribeños no quieren ser vistos como «una región de extracción de materias primas, sino como un socio en la solución de los desafíos».
Algo parecido expresó la canciller mexicana, Alicia Bársena. “No es viable ni aceptable que seamos solo una cantera de recursos naturales, condenada al extractivismo y la provisión de alimentos baratos y mano de obra de baja cualificación», dijo.
Relaciones entre UE y Celac
La UE y Celac forman un enorme bloque de 60 países con una población total que supera los 1.000 millones de habitantes (el 14% de la población mundial). Según datos difundidos por la UE, las dos partes representan del 21% del PIB (Producto Interno Bruto) mundial.
América Latina y el Caribe producen más del 60% de las energías renovables, agregó el informe UE. Y más del 50% de la biodiversidad del Planeta está cubierta por la región.
Además produce el 14% de la producción mundial de alimentos y detenta el 45% del comercio agro alimentario mundial.
Según datos de la Comisión Europea, las inversiones de la UE en América Latina y Caribe han aumentado un 45% en la última década. La UE es el principal inversor en la región (693.000 millones de euros en 2021) y tiene acuerdos políticos de cooperación y comerciales con 27 de los 33 países de la región.
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